La estrella que ya no brilla...

La Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), el partido tan estructurado que fundó Víctor Raúl Haya de la Torre, esta delirando y busca una milagrosa resurrección.

Imagen: Google Imágenes

Las elecciones generales del 10 de abril en Perú han dejado a muchos muertos en el camino. El Partido Aprista Peruano no ha sido la excepción. Inclusive, por más que haya conseguido a 5 representantes en el parlamento, ahora está pasando por su etapa más oscura de estos años de gobiernos democráticos.
En el congreso, el APRA tiene sólo a 4 congresistas. Pero a diferencia del contexto actual, es que en ese entonces no tenía candidato presidencial y que, ahora, Alan García, el presidente del partido, haya conseguido a las justas un 5%, cambia la visión que muchos apristas y no apristas tenían sobre el partido de la estrella.

Visión perdida: ¿Izquierda o Derecha?
En las escuelas del país se enseña Historia del Perú y cuando toca hablar de los primeros partidos de masa, se menciona al APRA y al Partido Socialista Peruano. En ambos casos se explica la ideología como, en la actualidad se vería, provenientes de corrientes izquierdistas.
"El APRA es un partido social–demócrata" -dice Víctor Bustamante (militante aprista y residente en España)- "Un partido de centro-derecha no basa su gobierno en las bases de salubridad, seguridad y educación públicas". El politólogo de profesión afirma que esas responsabilidades fueron cumplidas en el segundo gobierno aprista.
No obstante, el historiador y también militante del partido, Daniel Parodi, dice “El Aprismo no es social-democracia, el aprismo es aprismo”. Según el ex postulante al congreo, Haya de la Torre era un hombre que creía en el cambio. Sin embargo, según lo que piensa Carlos Roca, no se creería que el cambio que hizo Alan García al partido aprista le hubiera gustado. "Alan derechiza al APRA" -dice Parodi- "además, Alan García capitaliza al país". El profesor universitario explica que no es una crítica al líder del APRA, es una descripción.
Para el historiador y seguidor de la izquierda peruana, Ricardo Portocarrero, el segundo gobierno favoreció a las grandes empresas (lo que coincide con Parodi) y no sostuvo una política pública en esas tres bases. “Ninguna corriente ideológica tiene el patrimonio de un tema” –dice Portocarrero– “Si realmente fueran social-demócratas (centro-izquierda), quienes dirigen el partido hubieran apostado por una salud y educación pública, en ningún momento han cuestionado eso y en su programa de gobierno han planteado otra cosa”
Tanto Parodi como Bustamante coinciden que el partido va a retomar la posición de centro-izquierda con la cual nació el APRA. Pero contrastan en el resultado. El segundo dice que muchos militantes se van a resistir al cambio y evaluarían "retirarse de las filas", mientras que el primero dice que, en ese caso, la estrella atraería a más militantes.

¿Perdió el “Alanismo” o el Aprismo?
Las elecciones del 2016 han sido una derrota para el partido y que no ha perdido el "Alanismo", porque el error del partido fue no limitar el "sí, señor" a Alan García. Además, el gobierno de Humala fue el que cumplió una labor en la desacreditación del partido, explica Bustamante. 
Parodi explica que el liderazgo de Alan García fue muy vertical y que lo que llevo al partido a su situación actual fue que el liderazgo de García Pérez "está un camino que no le gusta tener barreras".
Portocarrero dice: "Definitivamente los militantes bajaron la cabeza ante García" por lo que espera que el próximo líder tome el control del partido y aleje al APRA del "Alanismo", ya que es la vertiente que sigue dominando la visión de la imagen del partido de la estrella.

¿Cornejo u otro?
En una idea que coinciden todos los citados en este reportaje es que Enrique Cornejo debería encargarse del APRA. Pero cada uno con una percepción diferente.
Parodi opina que el partido se debe institucionalizar y se debe formar algo parecido con lo que es un partido en Chile. "La Concertación Chilena ha tenido cuatro presientes en 30 años". Lo que propone es lo siguiente: "si Cornejo pretende ser el nuevo líder carismático, que no creo que le de para tanto" debería lograr convocar a todos y ser un líder transitorio, no necesariamente para dar a otro líder, sino para que el partido se institucionalice.
Bustamante dice que Cornejo es el indicado para dirigir al APRA en el camino que las filas decidan. Pero él le da una condición: "Si Enrique decide solo ir a las municipales, que no dirija nada, pero si su visión son las presidenciales, bienvenido sea". 
Mientras que Portocarrero ve que Enrique Cornejo es el indicado para dirigir al partido, pero "tiene que comerse el pleito, tiene que recuperar el control del partido y luego se ve la candidatura".

Los políticos viven de los resultados de las elecciones.
Desde las últimas elecciones municipales, se sabía lo que se les venía a los partidos políticos para estas elecciones. Un cambio en el panorama político era totalmente visible en el 2014. El Partido Aprista Peruano logró conseguir ningún sillón municipal ni regional en el norte del país. Ese “Solido Norte”, como los apristas lo llaman, les fue esquivo por una imagen de político empresario exitoso, Cesar Acuña.
Desde ese entonces, militantes importantes reclamaban una restructuración o más bien un reforzamiento de las bases apristas. Mauricio Mulder, parlamentario actual y reelecto del APRA, le echaba la culpa al partido Alianza para el Progreso (APP) de Cesar Acuña por haber utilizado maniobras políticas con campañas altamente costosas pagadas con dinero de dudosa procedencia. Sin embargo, Mulder hacia una auto crítica y señalaba que se estaba perdiendo la institucionalidad del partido, ya que perder en esa zona es perder a la cuna del APRA.
El candidato de Lima podría ser una excepción de lo que el APRA puede hacer en las elecciones, pero esa idea es una falacia. Enrique Cornejo logró el segundo puesto con muy poca ayuda de la alta dirigencia de su partido y del líder histórico. Las bases y su imagen de tecnócrata respaldaron su candidatura y logró lo que nadie esperaba, un segundo puesto.
Al ver los resultados en estas elecciones generales, se puede decir que el APRA no entiende que los números de una elección predicen el futuro político de los partidos. Se espera que el partido retome el camino bien formado que dejó su fundador, Víctor Raúl Haya de la Torre, y que no vuelvan a tomar a la ligera el desenlace como lo hicieron en esa época.

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