Amor de mis amores

Imagen: Google Imágenes.

No crean que me enamoré, no creo que lo haga. Ya me tocó creer que creía sentir algo por alguna persona. Ahora la vida ha continuado y la universidad me tiene como loco. Sin embargo, de vez en cuando aparece algo en mi mente que me hace sonreír. No sé si llamarlo recuerdo, pero de que está grabado en la memoria, lo está.

Después de haber llevado un curso sobre los Procesos Psicológicos, entiendes algunos aspectos de la vida cotidiana. Comportamientos, actitudes, prejuicios, decisiones son algunos de aquellos conceptos que logras entender con mayor exactitud. Inclusive te explican el concepto de sentimientos, pero nadie puede explicar en un texto educativo universitario cómo es que la persona tiene el sentimiento del amor.

Lo sé. Sonó muy cliché, pero tienen que admitir es muy cierto. Los textos de psicología dicen que una zona del cerebro reacciona a un estimulo que proviene de las feromonas. Esto ha conllevado que muchas personas quieran transformar o editar esa frase que dice lo siguiente: "Te amo con todo mi corazón". Sí, conocedores en la materia (friendzone) han empezado a decir "Te amo con todo mi cerebro", ya que de ahí se dice que nacen todos los sentimientos.

Entonces, para qué nos sirve el corazón. Pues, sólo para bombear sangre hacia todo nuestro cuerpo, es decir transporta vida. Lo que lleva a una metáfora. Amar con todo el corazón, significaría amar o dar toda la vida. Por lo que muchos de los que "querían ser más que amigos" han tratado, de esta manera, por mucho tiempo alcanzar la situación en Facebook de "Está en una relación con..."

El problema se desenvuelve cuando algunos individuos aprovechan estos conocimientos para sólo motivar los sentimientos de algunas personas. Ellos quieren convencer de que tienen autenticas intenciones y que desean hacer totalmente feliz a su víctima. Tan sólo queda identificar quién es el personaje que busca realmente lo que dice.

Mientras tanto, hay que ser honestos, hacernos responsables de nuestras vidas y no andar echándole la culpa al resto de nuestras decisiones.