La #52...

Se supone que debería haber hecho una entrada sobre la entrada número cincuenta, pero la muerte del escritor colombiano y premio Nobel de la literatura, Gabriel García Márquez, hizo, además de mi entrada sobre la vida de cachimbo y que halla tenido que demorarme hasta después del día de la madre, que no pudiera escribir sobre dicha entrada.

Bueno la entrada número cincuenta y dos está dedicada a todos ustedes, mis fieles lectores, aunque no los conozco, porque no sé quien me lee, ya que no comentan mis entradas y no sé si les parece unas buenas entradas o se ríen de lo que escribo. En realidad, espero que sí les guste, porque, además de escribir para poder expresar mis ideas, escribo para que ustedes puedan saber sobre un adolescente en diferentes etapas de su vida y que comenta sobre temas que tal vez otro chico de mi edad no diría. Sé que me enfoque mucho en un tema que no se debió de volver algo esencial en mi vida, pero me estoy reivindicando para que puedan decir que su bloggero favorito escribe de todo y no solo de su aburrida vida.

Para los que piensan que tal vez mi nombre no es el que aparece en sus pantallas, les digo que piensan mal. Mi nombre es Vary Humberto Silva Serrot y con orgullo lo escribo. "Vary" viene de Evaristo, el nombre de mi tío que falleció antes que yo naciera, y "Humberto" es por el padre de mi padre. Llevo con orgullo estos dos nombres por ser algo muy representativo de mis padres y nunca me voy a avergonzar de portar esos nombres ni de mis apellidos, porque por mis padres soy lo que soy y estoy donde estoy.

El termino "Varyadas" viene de mi nombre, claro estaba (¿o no?), y lo utilicé por un tema de juego de palabras y también me vino esta idea por el constante "mini infarto" que me producían los profesores del colegio al tratar de decir las palabras que empiezan con mi nombre con un tono más fuerte del normal para enfatizar lo que están diciendo haciendome pensar que me estaban llamando la atención (eso sí lo odiaba). Como se lo prometí, ahora ya les explique la razón del nombre de mi blog.

Solo me queda agradecerles por ser quienes son, aunque no los conozca, el simple hecho de pensar que ustedes son personas que son lo que son y que, en mi opinión, no hay persona mala, solo incomprendida. Así que no cambien porque el resto se los diga, sean ustedes mismos, ahora y siempre. Pero, también les digo algo, todo en exceso es malo, hasta nuestra propia personalidad. Miren la vida de otras maneras y verán que no es un yo, sino un nosotros.

Solo espero que me sigan leyendo y poder llegar a más personas, así que compartan y me seguirán incentivandome a escribir muchas más entradas.