in-mortis-alis by r.dario

Esta entrada es parte de las contribuciones que he venido pidiendo a mis compañeros universitarios para Cosas Varyadas. Esta entrada le pertenece a Ruben Muñoz, compañero universitario y de Filonymous. Muy pronto hablaré de este grupo de filosofía que estamos implementando en la UPC, mientras tanto, espero que lo que haya escrito Ruben sea de su total agrado.

Una cosa en la vida jamás se tiene. Inmortalidad. No quiero detenerme en describir etimológicamente cada una de mis ideas ni tampoco cada uno de mis pensamientos. Vamos hablando sin ser leídos y quizá escribamos sin ser escuchados. Hay prosas que engrandecen las ideas previas en este texto, como también hay ficciones que menosprecian la calidad de vida a la cual aspiro. Eterna. Pues entre lo permanente y lo imperecedero hay una gran diferencia. Un abismo.
Nacimos como todos, pero no todos vivimos como podemos. Como queremos. Y sin embargo morimos. Algunos más deprisa que otros. Y con ella, esa muerte y esa vida se van yendo como quien se van yendo las estrellas cuando nace el azul firmamento. Y seguimos creyendo en el cielo en la idea de solidez, de firmeza. Después de todo el sol que enciende cada noche también la apaga la luna cada mañana. Y el mar en sus impredecibles mareajes e incluso el cíclico trauma del respiro. Terminan. Pues es en el pensador que su trascendencia no se encuentra en su materia, como si se hallara en la inmortalidad de sus ideas.
Y vamos viviendo, pero no envejecemos si en su defecto, pensamos.

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