Miedo
Esta entrada está elaborada por una compañera universitaria. Daniela Coquis, estudiante de comunicación que recién he tratado este ciclo de verano. Espero que les guste lo que escribió hace mucho tiempo y lo arregló para Cosas Varyadas.
En nuestro recorrido por la vida, no podemos elegir a quien vamos a conocer, ni si esa persona estará con nosotros para siempre, si será esa persona con quien vamos a vivir los mejores momentos de nuestras vidas o simplemente si la vas a tener que olvidar. La vida nos tiene preparado un buffet de recuerdos, pero qué pasa con esa persona con ciertos recuerdos que le persiguen y no dejan que siga con el curso de su vida. Esos recuerdos que han provocado miedo, dolor, tristeza y el interés constante por la búsqueda de algún refugio. Puede que muchos alguna vez se hayan sentido de esa manera, pero cada uno lo vive diferente.
En nuestro recorrido por la vida, no podemos elegir a quien vamos a conocer, ni si esa persona estará con nosotros para siempre, si será esa persona con quien vamos a vivir los mejores momentos de nuestras vidas o simplemente si la vas a tener que olvidar. La vida nos tiene preparado un buffet de recuerdos, pero qué pasa con esa persona con ciertos recuerdos que le persiguen y no dejan que siga con el curso de su vida. Esos recuerdos que han provocado miedo, dolor, tristeza y el interés constante por la búsqueda de algún refugio. Puede que muchos alguna vez se hayan sentido de esa manera, pero cada uno lo vive diferente.
Una tarde cualquiera, luego de una pequeña siesta, despiertas y no hay nadie en casa, pero de repente sientes un dolor en el pecho que te quita la respiración y luego recuerdas que vives solo. Las lágrimas empiezan a caer sin razón alguna, y esa sensación necesariamente no es por vivir solo, más bien es por sentirse de esa manera. Pues claro que sí, vivir solo no es igual a realmente sentirte solo.
¿Cuál es la diferencia?, pues aún no lo descubro. Cómo es posible saberlo cuando cada vez que desaparece alguien, de repente, una persona nueva se incluye en mi lista de conocidos, luego se convierte en alguien esencial en mi vida y hago lo que sea para que no desaparezca. La verdad que jamás he estado sola, porque no me lo he permitido. Ahora solo tengo miedo a volver a sentirme de esa manera, por eso siempre con el perfil bajo pero, ¿es acaso la actitud correcta? , no lo sé.
Después de muchos años de ¨hasta nunca¨, y más de amigos que de amores, realmente comprendí, que no importa lo que pase, mi madre y mi padre siempre estarán para mí, ya sea por medio telefónico o mensaje instantáneo. Solo me queda superar ese temor al ¨adiós¨.
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